lunes, 28 de junio de 2010

Cap. Nueve


Llegamos a la casa, nuestros padres no estaban y era tipo nueve de la noche. Me tuve que traer a Tom casi a rastras, yo maneje su auto hasta la casa, claro que era un par de cuadras solamente porque Tom no estaba en condiciones de estar frente al volante, estaba un poco pasado de copas, la verdad es que bastante hasta a penas le entendía lo que hablaba, entre risas y conversaciones no se dio ni cuenta que se le paso la mano, yo soy un poco más responsable, no tomé tanto como él y me daba cuenta de todo lo que pasaba a mi alrededor, pero a Tom un poco más y había que gritarle para que entendiera. Entramos a nuestro hogar y Tom empezó a jugar con el perro.

Tom: Uhh Macky venga venga ¡guau! –Dirigiéndose al perro-

Bill: ¿Macky?-extrañado-

Tom: Pero Billito cariño corazón ¿no te parece perfecto? Así se llamará, Ma-cky. -Acariciándolo-

Bill: ¿Y quien eres tú para ponerle nombre a mi perro?

Tom: Eeem un segundito deja pensar, ¿Tú novio? –Dándome un pequeño beso-

Bill: Sale, ¡estas pasado! Y Macky no me convence, a de más, así me llamaba nuestra abuela. -Mirando al perro-

Tom: Pero es que es hermoso, tierno, perfecto, tiene ojos preciosos como tú. A ver preguntémosle al perro. Cosita venga venga, uhhh ¿Te gusta Macky? ¿Macky? Si si. -Acariciándolo nuevamente-

Bill: Ahí por Dios Tom no seas tonto.

Tom: Pero mira si esta felíz, guau guau. Uhh esta felíz, le gustó así se llamará. -Feliz-

Bill: ¡Tom! –gritando-

Tom: ¿Qué pasó? –asustado-

Bill: La comida, tenemos que deshacernos de ella o sino nuestra madre se molestará donde no la comimos. -Preocupado-

Tom: Me asustaste ¿a caso quieres que me de un infarto? -enojado- No me vuelvas a asustar jamás nunca más en la vida así. –Dirigiéndose a la cocina-

Bill: Ahí Tom no seas exagerado que no grité tan fuerte y habla bien a penas te entiendo, estas pasado. -Siguiéndolo-

Tom: Pero te encanta ¿o no? Macky venga –le pasa la olla con la comida- Caso resuelto cariño, ¿algún otro problema que solucionar que te pueda ayudar jefe? -Mirándolo cara a cara-

Bill: Sí, y uno más grabe -Tapándole la boca con el dedo indice- Anda a ducharte que estas ¡Borracho! -Gritando-

Tom: Okey Okey ya voy, solo porque tú me lo pides y porque me debes algo recuerda.-Dirigiéndose a su habitación-

Me dirigí a la cocina para ver como se alimentaba Macky mientras le hacia cariño en su espalda, al abrir el refrigerador para sacar un poco de agua helada, me di cuenta que había una nota pegada a el y la leí.

“Hijos: Volvimos a la casa en busca de dinero iremos a probar suerte en el casino, no llegaremos hasta mañana en la tarde así que no nos esperen para la cena, se cuidan que lo pasen bien. Mamá.”

No podía ser la noche más perfecta, sin nuestros padres por todo el resto que quedaba de noche, Macky había terminado de comer así que le quité la olla y lo dejé acostado en el sillón, aun era muy pequeñito para poder salir a la calle a dar un paseo por la noche, se quedo dormido de inmediato y escuche que Tom se fue a la ducha de su habitación. Me aseguré que se haya metido a bañarse, abrí la puerta con cuidado sin meter ni al mínimo ruido, claro que para mí eso era fácil. Cuando ya estaba adentro del baño, se veía la silueta de Tom detrás de la cortina cantando, como se lavaba su pelo negro y largo, como se tocaba el cuerpo y le caía las gotas de aguas encima, yo mientras me quitaba mi ropa y la tiraba al suelo toda desordenada, me introducí a la ducha sin que Tom se diera cuenta ya estaba de tras de él, esperé el momento apropiando y lo agarre de la cintura apretándolo contra mi cuerpo, ambos desnudos obviamente, Tom de inmediato se dio vuelta y nos miramos y nos besamos como lo salvajes que somos, las gotas de aguas al caer por nuestra boca se mezclaba con nuestra propia saliva, empezamos bien relajado, era mejor mantenerse así de tranquilos para no cometer alguna locura en el baño y no romper nada, en cualquier momento sabia que Tom se descontrolaría y terminaríamos convertidos en lo que realmente somos, pero era imposible mantenerse así todo el tiempo, Tom ya empezaba excitarse y cuando lo hacia se notaban los diversos cambios en su cuerpo. Se dirigió hasta mi cuello, me mordía como yo a él, nos rasguñábamos hasta sacarnos sangre, en un segundo nos miramos fijamente y ya se le notaban los colmillos y sus ojos amarillos hermosos, pensé que yo quizás también había cambiado ya el tono de los míos, miré el suelo y el agua clara se empezaba a mezclar con las gotas de un color rojo intenso que salía de nuestro cuerpo, eso era lo que teníamos nosotros, un amor incestuoso y salvaje. Tom se empezó a descontrolar tan rápidamente que tiró la cortina de un rasguño la hizo pedazos y me levanto hasta que llegamos al suelo del baño. El estaba encima mió, mordiéndome tan agresivamente pero a la vez tal agradable. No me gustaba que Tom siempre llevara el mando de nuestro juego así que lo tire de un empujoncito despacio que quede yo sobre él ahora, estaba sentado, lo tenia agarrado de ambas muñecas a los lados de su cara, lo mordí, una mordedura que no dolía sino que provocaba pasión, más excitación aun, le corría y le corría la sangre, aquella sangre que me llamaba, aquella sangre que me decía que la introdujera en mi boca, aquella sangre que me hacia adicto cada vez que lo hacia con Tom, aquella sangre que si me la tomaba no le producía ningún daño a aquella persona. En todos los años que bebía sangre, la única que me gustaba y la única sangre por la que daría todo, era por la de Tom. Era drogadicto a su sangre, enfermo de su sangre. Mi única adicción en este mundo era lo que corría por las venas de Tom. Pero aun así el gran amor que le tengo es más fuerte que cualquier droga. Tenia mi polla junto a la de él, mientras lo besaba delicadamente le solté las muñecas y con sus manos se dirigió hacia mi trasero, aun estábamos todos mojados y el agua de la ducha seguía corriendo sin parar y mojando todo el piso. En un instante me levante rápidamente con los ojos abiertos y mirando a Tom asustado.

Bill: ¡Tom!-asustado-

Tom: ¿Qué paso? ¿Hice algo mal?-preocupado- ¿Por qué tienes esa cara?

Bill: ¡Entro alguien!-abriendo la puerta del baño y saliendo de ella-

Tom: ¿Quién?-asustado y levantándose rápidamente-

Bill: ¡Nadie! Sígueme –corriendo y riéndose-

Tom: Quieres jugar eh.-mordiéndose el labio-

Siempre tenia la costumbre de hacerle alguna pequeñita broma a Tom mientras teníamos sexo y placer. Me fui hacia su cama y me senté de rodillas mirando a Tom mientras se acercaba a mí. No quería estar en el suelo, quería algo más romántico, algo mas a fondo llegar a rompernos por dentro.

Tom: ¿Quieres?-Dirigiéndose a su polla- ¿O quieres que yo…?

Bill: Hoy te toca a ti.-poniéndose de pie encima de la cama-

Tom: Muy bien entonces no me quejo.-arrodillándose en la cama mirando fijamente la polla de Bill-

Sentía placer único, Tom me la besaba con una delicades, tenia que aceptar que en los otros ámbitos del sexo Tom era mas agresivo pero cuando se trataba de esto, era mas delicado que con cualquier otra cosa. Sentía como mi polla se introducían dentro de su boca tan deliciosa. Al los minutos después cuado terminamos esa etapa seguimos besándonos, rasguñándonos y mordiéndonos desquiciadamente como si fuera nuestra primera y última vez en toda la vida, estábamos cansados así que nos dedicamos a dormir en su cama todo revueltos hasta el amanecer.

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