
Luego de que los demás comieran y yo me hubiera sentido como la mismísima mierda nuevamente por culpa de Tom, habíamos llegado a la casa nueva. En la carretera no le había hablado ni una sola palabra a mi hermano y no me importaba, cada vez que salíamos y él veía una chica lo bastante guapa para él, pasaba lo mismo. Estaba cansado de que siempre me faltara el respeto y yo no podía hacer nada, a menos que me vistiera de mujer y le plantara una escena de celos, pero eso no lo aria ni loco. Pero aun así lo amaba y no lo podía negar.
Llegamos a la casa, era inmensa de dos pisos, tenia cuatro habitaciones supongo que uno para mis padres uno para Tom uno de visitas y uno para mi. Baños en cada habitación y uno extra. Living, comedor, sala de estar, sala de estudios, ante jardín y un patio lleno de área verde. Era más hermosa y grande que nuestra casa anterior había que admitirlo. Quería llegar y ordenar rápidamente todas mis cosas pero no quería estar junto a Tom por un buen rato para así poder pensar mejora las cosas, a si que me fui a dar un paseo a una plaza que quedaba cerca.
Mientras caminaba veía a las personas, habían parejas, todas formadas por un hombre y una mujer y eran felices. ¿Por qué uno tiene que ser igual a todos? Yo no hacia lo mismo que las demás personas y claramente me daba igual, no estoy mal agradecido por haber nacido amando y enamorándome de mi propio hermano, lo malo era no poder compartir mi felicidad con mis propios amigos ni mucho menos con mi familia.
Ya había pasado más de una hora y yo seguía en la plaza pensando y observando a mi alrededor, me sente en un banco mientras pensaba en Tom. Sabia que él era muy diferente a mí, polos opuestos, quizás le gustaba hacerme enojar o pelear conmigo por eso siempre jugueteaba con chicas en frente mío, pero esas cosas me hacían confundirme, no se si realmente me quiere como yo a él.
De pronto sentí algo pequeño y calido al lado mío que me daba empujones en el brazo, miré y era una preciosidad de perrito pequeñito, de pelo café liso súper suave, ojos negros, me miraba con carita súper tierna, se subió arriba de mis piernas y se acomodo entre medio de mis brazos, mientras le hacia cariño miré hacia los lados buscando a sus dueños y no encontré a nadie, me fije si llevaba algún collar pero no tenia nada, me tenía que ir quizás mis padres ya se estaban empesando a preocupar porque sali sin avisar pero me ponia de pie y el perrito me miraba con tristeza, lo tomé en brazo frente a mi cara y me la empezó a lamer, me hacia gracia el perro…
Tom: quizás quiere quedarse contigo y que lo lleves a casa.
Bill: -Dándose vuelta- ¿y tú que haces aquí? ¿Cuánto tiempo llevas?
Tom: creo que desde que llego ese perrito a tu lado. Quiere quedarse contigo, no estaría mal tener una mascota y creo que a mamá le gustará -Acercándose y acariciando al perro-
Bill: Sí, puede que tengas razón -Comenzando a caminar dirección a casa-
Aun estaba molesto con Tom a si que camine con el perrito en los brazos y me fui hacia la casa. Me sentía como alguien famoso, tenia un guardaespaldas cierto que el guarda espaldas era mi hermano que me venia siguiendo todo el camino hacia casa y no se despegaba de mí hasta que llegamos.
Bill: Mamá mamá mira –contento-
Simone: Pero que cosa más tierna, ¿Dónde lo conseguiste? -acariciándolo-
Bill: Mientras estaba en la plaza apareció a mi lado y no se iba y decidí traérmelo ¿No te molesta verdad? –preocupado-
Simone: Claro que no, mira aquí compre algunas cosas, déjamelo mientras le doy un poco de leche ¿si?.
Estaba feliz con mi nueva mascota y me fui hacia mi habitación para ordenar todas mis cosas. Abrí la puerta pero encontré todo en su lugar, exactamente como tenia las cosas en nuestra casa antigua, todos mis maquillajes juntos en un mueble, mis accesorios separados por colgantes, relojes, muñequeras y anillos, mi ropa ordenada en sus cajones correspondientes, la cama lista para poder usarla, todo bien limpio y ordenado, a si que me relaje y fui donde mi mamá.
Bill: Gracias mamá por ordenarme mis cosas –feliz-
Simone: Yo no te ordene nada Bill, fue tu hermano -Ordenando la cocina-
Bill: ¿Qué? –Soprendido-
Tom: (en mente) *Bill estoy en tu pieza necesitamos hablar*
Fuí donde Tom asombrado como nunca, él jamás ordena su pieza mucho menos la mía y ahora lo hizo, la verdad es que no sabia que era lo que ocurría, quizás se dió cuenta que me falto el respeto y quería arreglarse conmigo. Abrí la puerta y tenia y Tom estaba sentado en mi cama.
Bill: ¿Qué quieres?-Serio-
Tom: *Prefiero hablar a través de la mente, no quiero que nadie escuche esto* -Indicandole que se siente junto a el en la cama-
Bill: *Estoy bien parado, dime* -Cruzando los brazos-
Tom: *Perdóname, sé que siempre hago lo mismo, que coqueteo con las chicas en frente tuyo y que te falto el respeto pero es que me encantan las reconcilaciones contigo*
Bill: *Esta vez no habrá reconcilación alguna* -Abriendo las cortinas blancas de su habitación-
Tom: *Sé que soy mal hermano y lo más horrible es que soy una mala pareja, pero sobre todo ahora tenemos que estar juntos, no quiero perder a la única persona que me hace sentirme felíz en este mundo, no quiero ir solo por la calle, necesito un guía y ese eres tú y la única persona que me ha amado en esta vida y no quiero estar lejos de ti nunca*Estaba a punto de llorar pero no sabía que decir ni como reaccionar, tampoco que debería hacer si tirarme en sus brazos y darle un beso como nunca se lo he dado y decirle que lo perdonaba o simplemente no creerle ni una palabra e ignorarlo por completo. Pero estaba hablando desde el corazón, lo conosco bastante bien. Fui a la puerta y la cerré con pestillo e hice lo primero que me dicto mi corazón, lo abrasé como nunca, lo besé como nunca y él lo hiso con las mismas ganas que yo.
Bill: *Te perdono claro que si. Tampoco quiero estar separado de ti.* -Sentandose a su lado y besandolo desquisiadamente-
Tom: *Te amo Bill y eso que nunca se te olvide* -Volviendole a besar-
Fueron un par de minutos en los cuales solo nos besamos y nos acariciamos sin pasar a mayores.
Bill: *Pero hay algo que aun no entiendo, ¿Por qué dijiste ahora mas que nunca tenemos que estar juntos?*
Tom: *Porque hay algo que tienes que saber Bill, te contaré. Hay una persona que es igual que nosotros, es de Alemania también.*
Bill: *¿Cómo que igual? ¿Ósea extraño?*
Tom: *Más bien son dos*
Bill: *Tom habla no te entiendo nada* -Desesperado-
Tom: *Existen dos seres, un señor que se llama Strom que es igual a ti, un Vampiro y Beltram que es su primo y es un Hombre Lobo como yo.*
Bill: *Hay que matarlos ahora ya* -Levantandose de la cama-
Tom: *No Bill no es así, ellos son buenos calmate*
Bill: *¿Y como estás tan seguro de eso?*
Tom: *Aun no lo sé del todo, pero nos pidieron que nos juntáramos y que responderían a todas nuestras preguntas*
Bill: *¿Y si son malos y nos quieren asesinar?* -Sentandose junto a Tom nuevamente-
Tom: *Nunca lo averiguaremos si no nos juntamos con ellos y si fueran malos yo te protegeré, lo prometo -Lo besa- Pero ahora tenemos que hacer algo con la famosa carta, nuestra identidades están a punto de salir a flote y lo tenemos que ocultar*
Bill: *Tengo una idea, podrías estar con mamá mientras yo le ayudo a Gordon a "ordenar sus cosas" entre eso podré encontrar la carta*
Tom:*Muy inteligente mi guapito, ten cuidado que no se vaya a dar cuenta cualquier problema solo me dices y te ayudaré*
Bill: *Siempre tan valiente, que no se te olvide jamás que yo también te amo* -lo besa-